ÓPTICA TOLEDO VISIÓN

lunes, 30 de julio de 2018

Lentes de contacto para niños

A pesar de estar rodeadas de cierta polémica, el uso de lentes de contacto en la infancia está comenzándose a extender con buenos resultados.



 La dificultad en el manejo de las lentes, el temor a que su uso sea complejo, además de la posibilidad de complicaciones como ojos rojos, pérdida de las lentes en el colegio u otras circunstancias similares, hacen pensar a los padres que las lentes de contacto no son la mejor solución para los menores. Sin embargo, existen razones para utilizar lentes de contacto en niños, incluso en recién nacidos en algunos casos. Por ejemplo, cuando se trata de altas o medias miopías, las lentes de contacto proveen a la retina de una imagen de mayor tamaño que si se utiliza la misma corrección en gafas, por lo que el niño verá mejor con lentillas.
Además, en las edades tempranas es cuando mayor plasticidad cerebral existe, y disminuye generalmente a partir de los seis o siete años. Por ello, es crucial que la imagen sea lo más nítida posible, factor muy importante para el desarrollo del potencial visual infantil.
A ello hay que añadir que, en ocasiones, existen grandes diferencias de graduación entre los dos ojos, o altas graduaciones en ambos, y este desarrollo visual no se produce correctamente. Si se prescriben lentes de contacto con unos parámetros muy precisos para el niño, nos aseguramos la eliminación de aberraciones que producirían las gafas.
Por lo tanto, no existe una edad mínima para la prescripción de lentes de contacto, incluso en el caso de los bebés, aunque lo normal es contar con la colaboración del niño para conseguir el éxito.


Características especiales
La prescripción y adaptación de lentes en niños tiene características especiales. Todos los parámetros deben adaptarse a la anatomía del niño de forma perfecta, lo que significa que las lentes deben realizarse a medida. Hay que tener en cuenta que los diámetros, radios y demás cálculos están realizados para ojos adultos y no son extrapolables a los infantiles.
Tampoco se deben realizar prescripciones aproximadas que no incluyan, por ejemplo, la miopía o el astigmatismo total, porque influiría en su desarrollo sensorial y, por lo tanto, podríamos influir en un menor desarrollo de su visión.
Generalmente, se prescriben lentes hidrofílicas o blandas, dada su comodidad, pero hay que tener en cuenta que son más frágiles en su zona central en altas miopías y el manejo por parte de los niños no suele ser “muy delicado”. También, en los casos de estas altas miopías, no es infrecuente prescribir lentes permeables al gas en niños en edad escolar. Sin embargo, por lo general, se recomiendan lentes de tipo desechable, mensual o trimestral, de reemplazo más frecuente, que facilita la conservación y limpieza de las lentes.

¿Cómo enseñarles a ponérselas?
La paciencia para enseñarles a ponérselas debe ser un punto importantísimo, puesto que los niños requieren más tiempo y más sesiones para aprender, aunque los padres pueden ser los que se ocupan de ello cuando el niño no tiene edad suficiente. Por eso es importante que esta tarea la lleve un contactólogo experimentado en el trabajo con niños.
Además, se deben explicar al niño las normas de higiene tienen que ser aplicadas de forma impecable: siempre deben lavarse las manos para manipularlas y utilizar los productos de aseptización y conservación adecuados.

Buenos resutados
A pesar de tener que tomar ciertas precauciones, el resultado del uso de lentes de contacto por parte de los niños suele ser fantástico en cuanto a visión y estética, tan importante a ciertas edades. En la práctica diaria, cabe señalar que casi no tienen problemas de pérdidas o molestias, aunque sí se detecta un mayor porcentaje de roturas. Asimismo, resultan ideales para la práctica de deportes en cuyo caso se trata de un uso ocasional de 1-2 veces por semana.
Después del primer esfuerzo, los niños desarrollan todos los parámetros visuales mono y binoculares de forma muy satisfactoria y, aunque no eliminan el uso de gafas, se consideran complementarias a las mismas dando una oportunidad visual solo comparable a la cirugía refractiva.

Fuente: www.cgcoo.es




domingo, 22 de julio de 2018

Gafas de sol en ópticas, por favor

Las gafas de sol baratas: un mal negocio para la vista

Son baratas y quizás también puedan ser atractivas, pero desde el punto de vista de la salud, pueden acabar costando muy caro. Algunas gafas de sol que se compran en bazares, mercados callejeros o gasolineras no solo no protegen la visión, sino que pueden aumentar los daños que la radiación ultravioleta (UV) provoca en las distintas estructuras oculares.


Las lentes más oscuras crean un efecto de “cámara oscura” que dilata la pupila y, al carecer de filtros para la radiación UV, terminan haciendo que los ojos se vean más afectados por la radiación, más incluso que si no llevasen gafas puestas.
En los ojos esta radiación procedente del sol afecta a la conjuntiva, la córnea, el cristalino y hasta la retina. También los niños deben usar gafas de sol adecuadas cuando están en la playa, en la montaña o andan por lugares de gran exposición a la radiación ultravioleta (zonas desérticas, muy secas, rocosas…). La radiación requiere protección a todas las edades y sobre todo a las personas más sensibles, como los niños y las personas mayores. Además, también debe tenerse en cuenta la coloración de la lente, ya que no son lo mismo las gafas de sol para la nieve que las que se usan para la arena, porque la radiación es diferente.
Gran parte de los rayos UV son filtrados por la capa de ozono, por lo que daños en esta capa afectan la intensidad de la radiación que llega a la superficie. Los rayos UV también son filtrados también por la atmósfera, por lo que la radiación aumenta a mayor altura. En consecuencia, y según los especialistas, no es lo mismo la radiación a nivel del mar que a los 5.000 metros de altitud, y además se observa mayor concentración a medida que nos acercamos al Ecuador.
El principal consejo de los profesionales es que las gafas de sol, aunque no tengan graduación, deben ser adquiridas en un establecimiento de óptica porque están hechos especialmente con los filtros de radiación UV adecuados. También recomiendan tener la menor exposición solar posible, estar atentos a la información de los porcentajes de UV que se emite por los medios de comunicación, usar protectores solares del nivel indicado en cada zona y usar lentes de sol obtenidos en establecimientos de óptica.


Fuente: cnoo.es

lunes, 16 de julio de 2018

lunes, 2 de julio de 2018

Los niños también necesitan usar gafas de sol

A veces pensamos que son pequeños y que las van a tratar como a un juguete, que no van a tener cuidado de ellas... Puede ser así, pero debemos concienciarles y concienciarnos de que las gafas de sol también son imprescindibles para proteger los ojos de los más pequeños de las radiaciones nocivas.

Los ópticos optometristas  aconsejamos el uso de gafas de sol en niños con motivo del inicio del verano, debido al peligro de la exposición solar en los primeros años de vida. Aunque, como para los adultos, esta protección debería ser durante todo el año.


Y es que el ojo de un niño es más sensible que el de los adultos al sol, ya que el cristalino deja pasar el 90 por ciento de la radiación de rayos ultravioleta A (UVA) y el 50% del tipo ultravioleta B (UVB), que llegan directamente a la retina y pueden causar daños a corto y largo plazo.

Entre los daños a corto plazo se encuentran la queratitis, que es una inflamación de la córnea producida por la radiación solar, que se manifiesta con enrojecimiento de los ojos, fotofobia y dolor de cabeza, así como lesiones degenerativas a largo plazo, entre otras.

En este sentido, recomendamos que no hay que comprar gafas de juguete para los niños, sino productos que sean homologados, de material hipoalergénico y flexible, puesto que hay que prestar especial atención a los niños, que tienen un cristalino más delicado y sus ojos absorben toda la radiación.


Por tanto, cuida de los ojos de los más pequeños para que en un futuro no tengan problemas oculares.