ÓPTICA TOLEDO VISIÓN

lunes, 25 de junio de 2018

Cuida de tus ojos en verano

El verano, con altas temperaturas, es sin duda la época del año en la que debemos extremar las precauciones no solo con la protección de nuestra piel, sino también con la de nuestros ojos. Durante este periodo se ven multiplicados los riesgos para la salud visual en forma de radiación solar y los problemas relacionados con los baños en el mar, en ríos, piscinas, lagos, pantanos, etcétera. Por eso, hay que tomar medidas de protección adecuadas, para evitar graves consecuencias en nuestra salud visual y ocular.

Radiación solar
Existe una relación directa entre la radiación solar: visible, ultravioleta e infrarroja, y distintos problemas visuales y oculares, como por ejemplo cataratas, queratitis o conjuntivitis. “Aunque la mayoría de las radiaciones solares son eficazmente filtradas por los ojos, la exposición crónica a las mismas o una alta y selectiva cantidad de ellas en un corto periodo de tiempo, como una jornada en la playa sin gafas de sol, puede dar lugar a graves problemas oculares”, explica Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO).
Las gafas de sol, utilizadas en todo momento, deben convertirse en compañeras inseparables; eso sí, siempre homologadas, con cristales y filtros solares de calidad, y de colores ni muy oscuros ni demasiado claros (preferiblemente marrones, grises o verdes). “El tiempo de exposición al sol sin protección para que puedan llegar a producirse lesiones oculares en playas o piscinas es de tres a cuatro horas, sobre todo al mediodía. Sólo las gafas de sol adquiridas en establecimientos sanitarios de óptica pueden garantizar la total protección frente a las radiaciones solares nocivas”, destaca el presidente del CGCOO. Además, el asesoramiento de un profesional de la visión óptico-optometrista también garantiza que las gafas de sol proporcionen una protección personalizada en función de nuestras necesidades, actividades cotidianas y de ocio o estilo de vida.




Sal y cloro… irritantesEl cloro además es un irritante que altera de forma significativa la superficie de nuestros ojos, por lo que hay que intentar evitar, en la medida de lo posible, el contacto directo de nuestros ojos con el agua de las piscinas utilizando gafas de natación adecuadas.
Por otro lado, la sequedad propia del verano en ambientes lejanos al mar, sobre todo en la montaña, provoca una mayor evaporación de la lágrima, aumentando la sensación de ojo seco. Si esto sucede de forma continuada, es conveniente acudir a un especialista para que nos ofrezca posibles soluciones.

Pautas para adquirir unas gafas de sol
• Situaciones de uso. Debemos saber qué momentos vamos a necesitar una protección adecuada de nuestra salud visual, por encima de modas y corrientes estéticas.
• Filtro de protección. Debemos conocer qué tipos de filtros llevan nuestras gafas de sol, según nuestras actividades. El filtro solar debe protegernos completamente de la radiación ultravioleta (UV), independientemente del color del cristal y adaptarse al uso que vayamos a hacer de las gafas de sol: deportes náuticos, paseo, senderismo de montaña…
• Calidad de la lentes. Las lentes de baja calidad pueden dejar pasar la radiación solar a pesar de ser muy oscuras, pueden deformarse y causar aberraciones ópticas.
• Calidad de las monturas. Es importante usar monturas que cubran los laterales del ojo, con el fin de no dejar pasar la radiación solar.
• Intervenciones oculares. En personas intervenidas de cataratas, el uso de gafas de sol es absolutamente recomendado.

Fuente: https://www.cgcoo.es/noticias-2/opticos-optometristas-alertan-incremento-problemas-oculares-y-visuales-durante-verano

martes, 19 de junio de 2018

Ojos rojos en la piscina

La horrible razón por la que acabamos con los ojos rojos después de la piscina

Lo achacamos al cloro, pero se debe a otro elemento mucho más desagradable. La verdadera causa que explica esta molestia son las cloraminas, un compuesto químico que se genera por la presencia de orina y sudor en el agua.

"Las cloraminas se forman cuando el cloro libre reacciona con compuestos ricos en nitrógeno, y ocurre que orina y sudor son ricos en este elemento. De modo que, cuando el cloro libre entra en contacto con ellos, su producción se acelera", explica el investigador del Internet Interdisciplinary Institute, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Hug March.

Ducha, antes y después

Para evitar este problema debemos no solo por limitar el tiempo que pasamos bajo agua, sino por tomar medidas que minimicen los efectos de la cloramina, como usar gafas de natación en la piscina o ducharse siempre antes y después de meterse. Los niveles de cloramina son más elevados en las piscinas cubiertas. Y las altas temperaturas y la falta de higiene de los bañistas son dos de los principales motivos por los que su concentración puede aumentar.
Las cloraminas, especialmente bajo la forma de tricloramina, pueden provocar irritación en la piel y también problemas en las vías respiratorias.


El olor las delata

Ahora bien, ¿cómo saber si el nivel de cloraminas de la piscina se ha disparado? El típico olor a piscina que sentimos como una tremenda bofetada y adjudicamos a una administración inadecuada de desinfectante, es, en realidad, una combinación de orín y cloro, como se recoge en los análisis realizados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Por esto, si la piscina huele demasiado fuerte, deje el baño pata otro día. Y dé prioridad a las que hace uso del agua del mar.

Fuente: https://www.cgcoo.es/noticias/la-horrible-razon-por-que-acabamos-con-ojos-rojos-despues-de-piscina

lunes, 11 de junio de 2018

Cuidados de las lentes de contacto

Cuida la higiene de tus lentes de contacto


Una higiene impecable y un mantenimiento adecuado de las lentes de contacto es indispensable para evitar molestias, infecciones e intolerancia a las mismas. Te recordamos las pautas generales que debes seguir cada día.

Cómo limpiarlas correctamente

  1. Lávate bien las manos antes de ponerte, quitarte o manipular las lentes de contacto. Sécatelas bien con una toalla limpia sin pelusas.
  2. Después de cada uso, lava bien las lentes con un producto limpiador específico. Frota suavemente con la yema del dedo índice la superficie de la lente, colocándola en la palma de la mano. De esta manera, eliminarás los residuos de cosméticos, contaminantes del aire y secreciones que se hayan podido acumular durante el uso. Evita tocar las lentes con las uñas u objetos afilados.
  3. Llena cada compartimento del estuche con líquido limpiador, de manera que este cubra por completo la superficie de la lente. El proceso de desinfección depende de cada tipo de lente y es fundamental para eliminar los gérmenes y bacterias. El óptico-optometrista te recomendará uno específico de uso regular.
  4. Desecha el líquido del estuche para volver a cambiarlo la próxima vez y acláralo bien.
  5. Cuando vayas a ponértelas, sácalas del estuche con la yema de los dedos y enjuágalas bien con un producto específico.


Siempre...

  • Conserva tus lentes de contacto en estuches especialmente diseñados para ello.
  • Respeta siempre la fecha de reposición de tus lentes de contacto.
  • Utiliza los productos indicados por tu óptico-optometrista: no todos valen para cualquier tipo de lente. Nunca utilices agua.
  • Ten en cuenta la fecha de caducidad de las lentes.
  • Desecha las lentes de uso frecuente una vez transcurrido el plazo.
  • Cubre las lentes con suficiente cantidad de líquido para que estas no se queden secas y se resquebrajen.
  • Consulta al óptico-optometrista si sientes molestias, enrojecimiento, visión borrosa, picor, pérdida repentina de visión, dolor, sensibilidad a la luz o lagrimeo. Suspende temporalmente el uso de las lentes hasta que acudas a la consulta.
  • Ponte las lentes antes de maquillarte y quítatelas antes de desmaquillarte.

¡Muy importante!

Nunca duermas con las lentes de contacto puestas si no están indicadas para ello. Si, accidentalmente, te quedas dormido con ellas, utiliza lágrimas artificiales o una solución estéril para humedecer el ojo antes de intentar quitártelas.


Lo que jamás debes hacer...

  • Utilizar soluciones de mantenimiento caducadas.
  • Dejar los frascos de productos de mantenimiento mal cerrados.
  • Reutilizar la solución limpiadora que quede en el estuche portalentes.
  • Aclarar el estuche con agua del grifo.
  • Mezclar distintos líquidos, a no ser que esté especialmente indicado.
  • Limpiar las lentes con saliva o agua del grifo, porque pueden contener impurezas.
  • Intercambiar tus lentes de contacto con otra persona.
  • Usar las lentes más horas de las indicadas por tu óptico-optometrista.
  • Permitir que la punta de los frascos limpiadores toquen la superficie de la lente.

Recuerda

  • Utiliza solución limpiadora nueva cada vez que te quites las lentes de contacto.
  • Nunca reutilices el líquido que haya quedado en el estuche. Ten en cuenta que la propiedad desinfectante de estos productos es limitada en el tiempo.

La fórmula del éxito

Para disfrutar de las ventajas de las lentes de contacto durante muchos años, no tenemos más que respetar estos cinco pasos:
  • Acudir a la consulta de un óptico-optometrista para una adaptación personalizada.- Cumplir los tiempos de reemplazo.
  • Seguir las pautas de mantenimiento y limpieza indicadas.
  • Someterse a revisiones periódicas.
  • Prestar atención a posibles síntomas de problemas oculares o visuales.                                  Fuente: https://www.cnoo.es/lentes-de-contacto-2/cuida-higiene-de-tus-lentes-de-contacto


lunes, 4 de junio de 2018

Tabaco y visión

El 31 de mayo es el Día Mundial sin tabaco. Todas las especialidades sanitarias están de acuerdo en declarar al cigarrillo como el principal enemigo de la salud. Evitar fumar, o dejar de hacerlo, es una de las mejores inversiones que se puede realizar para nuestra salud, pero… ¿Cómo afecta el tabaco a nuestra salud visual?

Cataratas: No es una mera suposición. La Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras muchas instituciones de la salud, han demostrado que el tabaco provoca y agrava las cataratas (enfermedad visual que consiste en la opacidad del cristalino del ojo, que impide el paso de la luz, y que puede derivar en ceguera irreversible). Las cataratas son un 40% más frecuente en personas fumadoras. Esto se debe a dos razones: por un lado, la acción directa de las sustancias tóxicas del humo en los ojos y, por otro, la liberación en los pulmones de elementos químicos que, a través del torrente sanguíneo, llegan al globo ocular y afectan a su irrigación. La pérdida de visión está relacionada con la disminución de nutrientes y antioxidantes que genera el humo, responsables de mantener la transparencia del cristalino que, tras la oxidación, tiende a deteriorarse.
El tabaquismo también es uno de los factores de riesgo prevenibles para la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) en la retina. De hecho, estudios realizados han demostrado que los fumadores y los exfumadores tienen más probabilidades de desarrollar DMAE que quienes nunca han fumado. Los mecanismos exactos por los que el tabaquismo aumenta el riesgo de DMAE no están claros, probablemente son múltiples, incluyendo el estrés oxidativo, inflamación y disminución de pigmento macular.


Ojo seco: Este mal hábito también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares que influyen indirectamente en la salud de nuestros ojos. El humo del tabaco, incluido el humo que recibimos como fumadores pasivos, es un irritante que empeora los síntomas del ojo seco; una enfermedad ocular muy incómoda que impide un óptimo equilibrio de la hidratación del ojo.
El nervio óptico es también susceptible de daño por tabaquismo. Personas con dietas pobres, es decir que comen poco o mal, que fuman mucho y que también consumen cantidades excesivas de alcohol podrían correr el riesgo de sufrir lo que se conoce como pérdida visual relacionada con el nervio óptico (llamada también ambliopía del tabaco-alcohol).

Retinopatía del prematuro: En el caso de las mujeres en estado de gestación tienen más probabilidades de dar a luz prematuramente, poniendo a sus hijos en mayor riesgo de una enfermedad llamada retinopatía del prematuro, así como otros problemas de salud.
En las personas con diabetes con niveles elevados en la sangre de glucosa (azúcar), algunos estudios sugieren que fumar puede estar relacionado con mayores daños en los vasos sanguíneos de la retina, lo que en estos pacientes podría derivar con mayor facilidad en una retinopatía diabética. La persona en la que progresa una retinopatía diabética puede llegar a tener una pérdida considerable de visión, llegando incluso hasta la ceguera.


Fuente: https://www.cgcoo.es/noticias-2/opticos-optometristas-alertan-que-tabaquismo-puede-afectar-gravemente-a-estructuras-oculares-y-a-vision